Adentrate en el mundo de las crónicas de Hellbrunn.

Clarissa von Zweig vive en el pequeño reino de Salzburgo, a principios del siglo XVII, en el umbral de la Guerra de los Treinta Años. Es hija de una panadera y de un mercenario, el cual murió en la batalla de Bohemia. Desde pequeña ha sido cuidada por sus cinco hermanos, quienes tienen fama de ser un grupo revoltoso (Herbert, el mujeriego; Tobías, quien se internó de monje; los falsos gemelos, Hans y Lorenz, obsesionados con dragones y cerraduras; y el gigantesco Fritz). Todos se han dedicado a cuidarla para que permanezca pura y virgen, pero su vida de campesina cambia radicalmente cuando conoce al extraño y misterioso mercenario Carlo Fontana Hellbrunn, espía y cazador de animales místicos del soberano, el arzobispo Markus Sittikus von Hohenems, uno de los hombres más ricos de Europa debido a la sal que se extrae de las minas, necesaria en esa época para armas y conservas. Al ver que la chica sabe leer (algo insólito en esa época), Fontana Hellbrunn decide contratarla como escudera. Clarissa entonces es sumergida en un mundo extraño y lleno de misterios, al lado de Fontana Hellbrunn y su amigo Isaías Lowe, un mago del disfraz y genio matemático, además de poseedor del famoso Golem que aterró Praga décadas atrás.
Para sorpresa de todos, el príncipe arzobispo Markus Sittikus designa a Clarissa Doncella Virgen del Reino, para utilizarla como señuelo para atrapar a su más anhelada presea: un unicornio. De pronto, la joven campesina se convierte en princesa, y Fontana Hellbrunn en su tutor, con la obligación de cuidar su vida pues fuerzas oscuras desean desequilibrar el mundo y dominarlo. Estas fuerzas oscuras son comandadas por la sangrienta baronesa Elizabeth Báthory de Hungría, una muerta viviente a cargo del ejército oscuro de soldados y monstruos.
Clarissa decide investigar por qué ha recibido este nombramiento de parte del arzobispo, y todo parece indicar que no fue una cuestión de azar, pues en uno de sus recorridos por el bosque se encuentra con el evasivo animal mitológico. Es entonces cuando Clarissa descubre un complot que mantiene al antiguo arzobispo encarcelado, así como los tratos secretos que tuvieron los países para enterrar la magia negra. Pero antes de poder decírselo a Fontana Hellbrunn, la joven es capturada y encerrada por uno de los subordinados de la dama oscura, el deforme capitán Kubrick.
Junto con dos de los hermanos de Clarissa, Carlo Fontana Hellbrunn se lanza al rescate de la doncella, mientras las fuerzas oscuras rodean el reino de Salzburgo. Aunque piden ayuda a los reinos de Bohemia, Austria y Francia, éstos se encuentran en guerra contra los países del norte, dejándolos desamparados. Para rescatar a la chica (y a su madre, que ha sido secuestrada), el mercenario y los jóvenes pelean contra los krampus, seres peludos y cornudos de los bosques bávaros que comen carne, así como con los mercenarios de la dama oscura. Tras una batalla un tanto accidentada, los tres logran rescatar a Clarissa del castillo donde la mantenían presa, pero en su huida son separados, y Hellbrunn debe quedarse para que ellos logren escapar.
Clarissa y sus hermanos logran llegar a Salzburgo a tiempo para dar aviso del inminente ataque que se avecina. El arzobispo Sittikus, previendo esto, pide ayuda a los astrónomos más famosos de Europa, quienes leen las estrellas a favor de su suerte: Kepler y Thyco Brahe.
Auxiliada por el resto de sus hermanos, quienes en el transcurso de las batallas que se han suscitado han rescatado un dragón, y de Isaías, quien le explica que ningún país les ayudará por la insistencia del príncipe arzobispo de mantenerse neutral en la guerra entre protestantes y católicos, Clarissa intentará rescatar a su madre, pero sus esfuerzos serán en vano, pues cuando dan con su paradero, se encuentran con que los krampus la asesinaron, al igual que a sus demás prisioneros.
Decididos a terminar con la amenaza que se cierne sobre Salzburgo, Clarissa e Isaías planean un movimiento suicida: liberan de su letargo al peligroso Golem, para que destruya el ejército oscuro de la condesa Báthory. En la batalla, Clarissa huye al bosque para no caer de nuevo en manos de la mujer, quien se ha propuesto matarla a toda costa, y es salvada por el unicornio, por lo que la joven comprende que no es la elegida para capturarlo, sino para cuidarlo.

F.G. HAGHENBECK