Everest, la inmensidad de la naturaleza
Mike_Mtz
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Después de presentarse en el 72 Festival Internacional de Cine de Venecia, llega a salas de cine mexicanas Everest, cinta dirigida por el islandés Baltasar Kormákur (2 Guns), la cual está inspirada en los acontecimientos que tuvieron lugar en 1996 durante un intento por alcanzar el pico más alto del mundo, narra el recorrido de dos expediciones que se enfrentan a una de las peores tormentas de nieve que el hombre ha conocido jamás.
Al tratarse de una película del subgénero de humano versus naturaleza lo primero que el espectador espera ver es un historia de supervivencia frente a un fenómeno que mantenga la tensión y la drama a tope, pero en el caso de Everest, estos elementos brillan por su ausencia. El problema radica en la historia, a lo largo de la cinta, no se encuentra un conflicto real que cree empatía, son tantos los personajes que se pierde la línea de interés debido al intento fallido de equilibrar el protagonismo de estos. La falta de emotividad en momentos cruciales en el desarrollo de la historia es una constante en la cinta escrita por Justin Isbell y William Nicholson.
Es notorio el desperdicio que existe en el cast, ya que cuenta con un elenco de lujo encabezado por Jason Clarke, Josh Brolin, Jake Gyllenhaal y Robin Wright, que no sobresalen en sus personajes y se mantienen grises en todo el filme. Pero no todo es malo con Everest, la cinta es un deleite visual gracias a las impresionantes tomas realizadas por la producción que permiten ver el fastuoso monte como nunca antes; secuencias que cobran fuerza con la música compuesta por Dario Marianelli y una fotografía excelsa de Salvatore Totino.
Everest es una cinta que se siente plana desde el inicio en su desarrollo, no aporta nada al subgénero del humano contra la naturaleza, pero eso sí, Everest muestra, sin lugar a duda, la pequeñez que aún tiene el hombre ante la inmensidad de la naturaleza.