Reseña: KRAMPUS, el terror de la navidad

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Interiorista con vocación geek. De naturaleza Idealista, soñadora y pacifista, amante de los libros, los gadgets y las artes. Siempre con hambre de conocimiento. Todóloga y multitasking. @GalyPoucel

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Por: Albert Estrada

Los cascabeles suenan, los villancicos se escuchan en las calles y en las casas de todo el mundo el olor a galletas impregna el ambiente, se siente la paz de la navidad… error.

Hay algo más allá afuera que acecha las millones de chimeneas en todo el mundo, una sombra macabra que está dispuesta a cumplir los deseos (malos deseos) de algún niño resentido.

Krampus, una película que nos muestra un hermoso, reflexivo, terrorífico, pero a la vez divertido mensaje navideño.

La película comienza con una secuencia que según mi humilde opinión pasará a la posteridad. Una escena clásica navideña en un centro comercial, compras, regalos, música decembrina; entonces lentamente la escena se va convirtiendo en una fotografía perfecta de la realidad: consumismo, gente haciendo filas con caras cansadas y enfadadas, peleándose por obtener artículos en “oferta”, una especie de pastorela u obra navideña en la que dos niños terminan a golpes.

El planteamiento principal de la pelí se desarrolla en la casa de la familia de uno de éstos niños, Max; algo bastante normal: una cena navideña, unos tíos y primos odiosos, una tía abuela entrometida y una hermana adolescente, que tras un deseo del propio Max, se convertirá en la peor noche de sus vidas, pues esta vez Santa no vendrá, sino su sombra.

Basada en una leyenda del folklore alpino, el demonio Krampus es un ser que castiga a los niños que se han portado mal durante el año, siendo la antítesis de Santa Claus o San Nicolás. En esta ocasión el aterrador e imponente ser llegará en compañía de sus ayudantes para regalarnos poco más de hora y media de sustos.

Con toques de humor bien distribuidos entre los infaltables scare-jumps (sustos de salto, por sonidos repentinos) de cualquier película de terror que se jacte de serlo, la cinta logra atrapar al espectador y no dejarle sin un solo momento de respiración.

Los efectos especiales muy bien logrados y un guión bastante sencillo, dirigida por Michael Dougherty, quién dirigiera también la divertida y aterradora Trick ‘r Treat en el 2007, nos presenta personajes realmente acojonantes y de pesadilla, justamente como en su anterior trabajo.

En resumen una buena película de temporada que sin meterse mucho en explicaciones logra combinar humor, sustos y nieve, mucha nieve, para traernos el que seguramente se convertirá en un nuevo clásico de terror navideño como Gremlins o Black Christmas. Recomendable para toda la familia.

 

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GalyPoucel

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