Soy tu primera vez| Laurie Elizabeth Flynn
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GalyPoucel
CEO
Interiorista con vocación geek. De naturaleza Idealista, soñadora y pacifista, amante de los libros, los gadgets y las artes. Siempre con hambre de conocimiento. Todóloga y multitasking. @GalyPoucel
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La primera vez puede ser muy sexy, pero hay que saber elegir con quién. Mercedes Ayres tiene 17 años y una estricta política cuando se trata de invitar a alguien a su habitación: tiene que ser virgen. |
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FRAGMENTO
“Lo que no pude decirle es que, por alguna desesperada razón, quería que la primera vez de Jillian fuese como nunca fue la mía. Jillian era todo lo que yo no era. Jillian era pura, inocente y no sabía todo el daño que puede hacerte el sexo opuesto, tanto a nivel físico y emocional. Quería que siguiera sin saberlo. Los observé los días que siguieron, miré cómo interactuaban. Tommy era muy respetuoso con ella: le llevaba los libros y le sostenía la puerta siempre. Jillian se metía la mano en el bolsillo trasero del pantalón y se arreglaba el pelo con aire juguetón. Yo los miraba a la espera de algún tipo de señal de que ya lo habían hecho. Y un día vi una sonrisa, una sonrisa nueva que revelaba un secreto y contenía un amor más profundo.
Creí que me alegraría más de lo que hice. Al fin y al cabo, el objetivo final era que Jillian tuviera una primera vez perfecta. Pero me daba pena saber que yo no tendría un chico como Tommy al que regalar mi virginidad y que nunca sería una chica como Jillian a la que desvirgaran. Me sentí vacía, como si se me hubiera pasado el efecto de alguna droga y hubiera quedado sólo un regusto amargo en su lugar.
Y entonces otro chico del club de fotografía se me acercó para pedirme pasar conmigo su primera vez. Podría haberme hecho tonta y decir que no, pero no lo hice.”
Creí que me alegraría más de lo que hice. Al fin y al cabo, el objetivo final era que Jillian tuviera una primera vez perfecta. Pero me daba pena saber que yo no tendría un chico como Tommy al que regalar mi virginidad y que nunca sería una chica como Jillian a la que desvirgaran. Me sentí vacía, como si se me hubiera pasado el efecto de alguna droga y hubiera quedado sólo un regusto amargo en su lugar.
Y entonces otro chico del club de fotografía se me acercó para pedirme pasar conmigo su primera vez. Podría haberme hecho tonta y decir que no, pero no lo hice.”
Laurie Elizabeth Flynn escribe ficción contemporánea para jóvenes adultos. Lo más importante que aprendió cuando estudió Periodismo fue que prefería escribir historias de su autoría que reportar noticias. Antes de dedicarse a la literatura, trabajó como modelo y tuvo la oportunidad de visitar las pasarelas de Tokio, Atenas y París. Actualmente vive en Ontario con su esposo y su pequeño perro chihuahua. Ama el café, el champagne y los crucigramas. |